Estación Cero Laboratorio de Arte es un espacio cultural-nómada que trabaja sin fines de lucro. Aparece, organiza, difunde y adapta actividades de relación creativa a su paso. Surge en 2009 en Oaxaca México, con la finalidad de provocar acontecimientos de intercambio y resistencia. Es una iniciativa colectiva que busca fortalecer el intercambio cultural, social y político en diversidad

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Exhibición "SIN CENSURA" del Eloy Jiménez








    La CENSURA es un recordatorio, experiencia que ha tenido resonancia en un público no apto para confrontar esta obra… Y a pesar de todo seguimos haciéndolo.
    Imágenes mitificadas en sutiles planos de formas y colores que parecieran incluirnos desde la intimidad, ideas a veces desprestigiadas por prejuicios y malos entendidos… (deben estar listos para ver esto)

    Eloy Jiménez "El Bigotón Erótico" nos presenta un conjunto de obras que abordan el erotismo más allá de los estándares normales de amor, pasión, emociones y sexo.

    “Discierne que el arte esta entrelazado con pornografía y erotismo y que ellos son inherentes uno del otro. Si uno trata de separar estos dos conceptos solamente justificaría las sentencias de la sociedad de lo que es moral y que es inmoral.”

    Eloy Jiménez (Republica de Indios, Oaxaca, México ) ha expuesto su obra en diversas exposiciones nacionales e internacionales., Cabe mencionar que en el libro “The World's Greatest Erotic Art of today Volumen 4”, edición encargada de reconocer el arte erótico, publicarán su mas reciente trabajo.

    TEXTO DEDICADO A ESTA MUESTRA:



    1. En la estación cero: La íntima muestra de una excitación sin censura.
      ¿Cómo mostrar el exceso, el erotismo, la transgresión y la orgía tras la desnudez de un lienzo en blanco, sin bordes y sin ataduras simbólicas?
      La respuesta es: plasmándolo en el primer plano de la realidad, ahí donde el orgasmo de mitografías se desparrama, chorreando jadeos, excitaciones y alusiones que no pueden esconder una eyaculación visual, de un gemido que se desdibuja y penetra en el sexo de la grana cochinilla diluida con esperma, orina y sudor. Dentro los efluvios del pudor violado de un espectador, sodomizado por el espacio en torno a una invitación a la intimidad de sus secretos que relame el artista entre sus bigotes mojados por una intromisión salina, salada, efervescente: la erección ha terminado, dando paso a la flacidez, al silencio y a la monotonía.
      Así es la obra de Eloy Jiménez “el bigotón erótico”, un breve pero intenso vistazo a la intimidad desflorada del primate que TODOS llevamos dentro; al matar la sensibilidad erótica, matamos al animal gestor de erecciones tribales; tótem dentro de una vagina sedienta de color púrpura. Zoomorfías que encuentran dentro del papel reciclado de gemidos profanados una explosión de eyaculaciones visuales.
      Grana cochinilla que se abre paso en la representación práctica de una masturbación seminal, el contacto con la epidermis de animales, como los perros, las tortugas, los elefantes, los rinocerontes y los seres humanos, una segunda piel repleta de placeres resucitados en otras pasiones. Nalgas, senos, pezones, penes, hímenes rotos, hinchados de placer por cada mirada lasciva que el espectador les lanza otorgándoles así vida propia.
      Con censura, sin orgasmos, sin desnudez no podríamos encontrar en la obra de Eloy una prótesis mental que nos permita entender nuestra propia animalidad.
      El autor al lamer el papel repleto de vellos púbicos derrama orgasmos en cada esgrafía, en cada trozo de sentidos mutilados. Los griegos celebraban la alquimia de una orgía dentro de una naturaleza original, procesión de una erección arrojada
      hasta un derramar del carmín semántico de una pequeña muerte anunciada; En eso radica la belleza de esta obra: en provocar que insignificantes seres humanos nos sintamos dioses, pues sólo en el sexo nos parecemos a ellos, sólo en esos breves instantes somos infinitos e inmortales.
      El espectador deseará llegar de inmediato a la habitación en donde se encuentra encerrada su intimidad animal para masturbarse entre oleadas olfativas y entre imágenes de animales en una extensa orgía que no tiene razones para ocultar su erección.
      Estación cero alberga a un bigote que se instala como antena receptora de la sexualidad animal, primitiva y…¡Que la disfruten!.

      Sergio Huerta M.


    1º DE OCTUBRE 2011, 19:00 HRS.

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